Hábitos y Rituales, Productividad

Aterrizando a la realidad 🛬

De a poco vamos volviendo al ritmo normal del año luego de unos días de desconexión.
Las navidades y el año nuevo son la excusa perfecta para descomprimir y desconectar del trabajo.

Sin embargo, siempre fui de aquellos que prefirió seguir conectado de alguna manera con el trabajo. Con el paso del tiempo aprendí que la mayoría descontaba el 100%;  y luego volvían como si nada hubiese pasado. Las preguntas fueron rotundas:  ¿que ganó con estar conectado? ¿por qué no soy capaz de poner la mente en blanco por unos días?

Entonces:

¿Debemos apagar por completo o bajar el ritmo de trabajo?

La decisión es personal.
La elección debería ser aquella que te genere más placer, pero lo más importante es hacernos las preguntas adecuadas.
Si así lo hacemos, la respuesta…. llega sola.

enero 7, 2020