Cambia tu coche.
Cambia tu teléfono móvil.
Cambia tu casa.
Cambia tu ropa.
Cambiar está de moda. O al menos eso es lo que las marcas nos quieren vender.
Pero tú sabes que el verdadero cambio va por dentro.
Cuando intencionamos cambiar la cultura, nuestros hábitos o las relaciones que nos rodean.
Ese cambio nadie te lo vende. Porque es aburrido. Porque es lento.
Porque se da mejorando de a poco…. día a día.
Cuando nadie te ve.
Cuando las luces ya se apagaron.