Al cierre de cada año frenamos para ver que funcionó, que podemos mejorar y definir las metas del año entrante.
El mismo ciclo. Año tras año.
Ponemos el foco en el objetivo, en el resultado final. En definitiva, en lo que no podemos controlar.
Pero este año sin duda fue distinto. Las lecciones son otras.
Y como tal, ¿por qué no cambiar el formato?
¿Qué semilla quieres plantar en el 2021?
¿Qué urgencia dejarás atrás?
¿Qué le pedirás a tu pareja o colegas para que te ayuden a mejorar?
¿Qué es lo haces tan bien que el mundo debería saberlo?
¿Qué canción descubriste que hace que el mundo se frene?
Esta es la mía.
Feliz 2021.