Hay una razón por la cual te sientes un impostor en tu trabajo: estás intentando realizar una tarea nueva, una misión de la cual no sabes como hacerlo al 100%.
Y es normal que eso suceda.
¿Tú crees que si haces la misma planilla de cálculo o el mismo diseño que hace 3 años sentirías cosquillas en la panza o esa sensación amarga de que no lo lograrás?
No, no y no.
Tienes el síndrome del impostor porque estás intentando algo nuevo, porque no sabes lo que puede ocurrir o si los resultados finalmente llegarán.
Más que un impostor, eres un creador.
Bienvenido al club.