Emprender, Management

Nueva Etapa

By septiembre 17, 2021Emprender, Management

Luego de 2 años de estar  trabajando en las «trincheras» en Master Me Up, decidimos abrir el capital de la empresa.

Semanas atrás completamos exitosamente nuestra primera ronda de financiamiento.

Aquí algunos aprendizajes y errores que cometimos en el proceso que podrían ayudarte en caso de que algún día vayas por este camino.

A por ello.

¿Para qué lo hicimos?

Esta es tal vez la pregunta más relevante. Muchos que arrancan proyectos o startups fantasean con las historias que salen en los titulares de los diarios; y su única meta es levantar dinero (por levantar dinero) de fondos de inversión.

En nuestro caso es bien distinto porque desde nuestra génesis tuvimos una mentalidad de crecimiento orgánico. Pero llegó el Covid-19 y todo lo cambió. Se aceleró la transición hacia el aprendizaje online, el mercado se agrandó y con ello la competencia.

Estos cambios abruptos trajo debates internos sobre la visión de la empresa, la estrategia de producto y sobre las barreras de entrada en un negocio donde ya de por sí son bajas.

La respuesta fue que era el momento de acelerar; y que para ejecutar la estrategia necesitábamos disponer de fondos líquidos y ayuda. Era momento de una nueva etapa.

A por ello.

Qué aprendimos del proceso

Hay miles de artículos en internet y expertos en fundraising que saben mucho más que nosotros, pero en resumen, hay 3 aspectos a destacar sobre el proceso.

  • Diseñar un plan. Si, no solo tienes que armar un plan de tu negocio, sino un plan para captar los fondos. Una buena preparación conlleva a grandes resultados. Ser consistentes.
  • Poner una fecha de cierre. En nuestro caso era «la ronda se cierra antes del verano en Europa. ¿Cuento contigo»?. Esto es clave. Hay que mantenerse firme.
  • Soñar en grande (aunque ni tú te la creas). Hay capital en el mercado, pero no se van a dar a alguien interesado en abrir una cafetería, sino más bien a algún «loquillo» capaz de crear un Starbucks.

Algunos errores

  • No pedir ayuda desde el inicio. Tener la claridad para poner tus ideas en papel es un tremendo curro. En nuestro caso pensamos que podríamos hacerlo solos mientras operábamos la empresa. Aquí perdimos casi un mes.
  • Contactamos de primera mano a aquellos inversores que sentíamos que había un fit cultural y de negocio. Nos dijeron que NO. Lo ideal hubiese sido tener el primer acercamiento con un 60% de la ronda confirmada y crear algo de «FOMO» con ellos.

#SiLoVivesLoAprendes

septiembre 17, 2021