Emprender, Hábitos y Rituales
El último post del año es para reflexionar sobre todo lo que pasó.
Y lo que vendrá.
¿Pero necesitamos de un blog post para hacerlo?
Buen fin de año (y Salud)
Emprender, Hábitos y Rituales
Uno de los privilegios de liderar Master Me Up, es conocer gente y profesionales de todo Latinoamérica y España.
A través de nuestros programas, puedo interactuar y profundizar sobre sus proyectos y estrategias.
Uno de ellos me llamó la atención hace unos días. Publicaron un proyecto con sus definiciones estratégicas. Postulaban que su visión como empresa al 2050 era cerrarla si cumplían su misión.
Si la misión de una empresa es resolver un problema.
¿Qué pasa si lo resuelves?
Yo me sentí muy inspirado.
A imitarlos.
Emprender, Hábitos y Rituales
Según un amigo emprendedor y psicólogo, los sesgos cognitivos son atajos que nuestro cerebro realiza para facilitar la toma de decisiones.
Lo mismo que cuando presionas Control + 4 para abrir una pestaña, Cmd + Q para cerrar una aplicación en tu computadora.
El problema (es un problema?) surge cuando estos sesgos son estudiados y aprovechados al máximo por las empresas y sus departamentos de marketing para hackear nuestro cerebro y vendernos más.
Un sesgo clásico es el de la escasez: tendemos a acelerar nuestra compra cuando sabemos que el producto u oferta se va a acabar pronto. Un ejemplo aplicado es cuando ingresamos a la web de booking.com y al momento de seleccionar un hotel, nos aparece un pop up donde nos dice que solo quedan 3 habitaciones y que hay 5 personas mirando esa misma.
«Mi amor, me pasas la tarjeta que tengo que comprar ya mismos que se nos va»
Luego llegas al hotel y estaba semi vacío.
¿Es ético utilizar estás estrategias? Sabemos (en realidad no) en un 99% que booking nos están mintiendo…. y, sin embargo seguimos comprando.
¿Hay un límite?
En esta nueva era hiper digitalizada, ¿cómo nos preparamos?
Pd. En este podcast de Kaizen puedes profundizar acerca de sesgos.
Emprender
Tenemos un problema: nuestra cabeza casi siempre está pensando en trabajo.
Es difícil apretar un botón y decir «basta por hoy».
¿Cómo podemos vender más?
¿Cómo hacer más con menos?
¿Cómo automatizar una tarea repetitiva?
¿Cuándo responder ese mail que quedó pendiente?
¿Cómo le anuncio a mi socio que necesito un descanso?
Lo mismo que cuando salimos de vacaciones.
Playa, mar, montaña y buena compañía. Sin embargo, nos toma algunos días entrar en clímax. La playa no se movió, pero nuestra cabeza sigue en el sistema. El contexto y las circunstancias son las ideales para disfrutar. ¿Qué hacemos pensando en el curro?
¿Cómo podemos hackear nuestro cerebro? ¿Cómo lo hacemos frenar?
¿Y si en cambio el trabajo nunca está terminado?
En el fondo, siempre habrá algo que hacer. Un mail, una detalle en la web o una presentación por realizar.
Pero si cambiamos el chip y vemos al trabajo como algo que no tiene un fin, entonces ya no valdrá la pena pensar en lo que nos falta, sino en apreciar lo que ya hicimos.
Ya no será falta apretar ningún botón para frenar.
Nuestra «cabeza» lo agradecerá.
Emprender
¿Qué tienen en común las canciones Satisfaction, Yellow y One?
Son hits que bandas como los Rolling, Coldplay y U2 tocan en cada unos de los conciertos en vivo.
Emprender es acerca de tocar las mismas canciones. Una y otra vez.
Primero componen una canción con un alto de riego de que a nadie le guste.
Su familia y amigos los «bancan». Luego tocan en el bar de un amigo.
Repiten su repertorio hasta el cansancio. Arrancan tocando para 15 personas, hasta que su audiencia crece (si tienen suerte y son menudos cracks) hasta llenar un estadio. Cuando lo llenan, terminan cantando los mismos hits que en el bar del amigo.
Emprender está lejos de ser una actividad sexy que muchos describen en Instagram o Twitter.
Es rutinario, sistémico y riesgoso.
Aún así, vale la pena intentarlo.