Cuando tenemos algún problema de salud relevante, casi siempre consultamos una segunda opinión. Alguien que pueda mirar nuestro caso con otro enfoque y su respuesta nos brinde una nueva perspectiva.
¿Por qué entonces no aplicamos la misma regla en nuestro día a día? ¿Cuántas veces hemos sido rechazados en la primera oportunidad por algún jefe, amigo o socio que no estaba viendo el mismo «partido» que nosotros y desistimos?
Jack Ma no se quedó de brazos cruzados y armó Alibaba
Benjamin Zander no obedeció a su profesor de música y terminó como maestro de los maestros.
Larry Page y Sergi Brin no aceptaron el rechazo e insistieron hasta crear Google.
El padre de Messi no creyó al informe del médico y golpeó la puerta en Barcelona.
A veces no nos hacemos del tiempo para realizar esta segunda llamada, pero vale la pena intentarlo cuando lo que está en juego es importante para nosotros.