Nadas, te paras, caes y vuelves a intentar.
Nadas, te paras, caes y vuelves a intentar.
Nadas, te paras, caes y vuelves a intentar.
Hasta que un día finalmente llegas hasta la orilla.
Y vuelves nadar, a caerte y a volver a intentar.
Sin duda son muchos los valores que podemos aprender de la cultura del surf, pero la persistencia, el optimismo, abrazar el riesgo y la resiliencia son las que más se resaltan.
Ahora a ponerlo en práctica… y no en el agua.