Management
Si en los tiempos que corren, tu cliente, socio o colaborador te dice: «conmigo no hace falta firmar ningún tipo contrato. La palabra es lo que cuenta».
O te levantas de la mesa o pactas ya con el diablo.
Management
Si en los tiempos que corren, tu cliente, socio o colaborador te dice: «conmigo no hace falta firmar ningún tipo contrato. La palabra es lo que cuenta».
O te levantas de la mesa o pactas ya con el diablo.
Emprender, Management
Si hay una estrategia que aun da buenos resultados para levantar inversión seed capital es: «Si buscas dinero, conseguirás un consejo. Si buscas un consejo, conseguirás dinero».
Si reflexionamos un poco, la ecuación es obvia.
Invertir capital en emprendedores es muy riesgoso. La razón por la que alguien lo haría es porque además de confiar en la idea y en la ejecución del equipo, ha logrado crear una conexión emocional con los fundadores.
Si mañana viene el amigo de tu vecino y te pide prestado $1000uds, con seguridad no se lo darás.
Ahora, si viene la misma persona y primero te hace parte de su proyecto, te cuenta su visión, luego te pide feedback y a la semana te vuelve a pedir los mismos $1000usd, seguramente lo pienses.
Primero crea una relación. Luego prepara tu historia. Es lo que cuenta.
Management, Productividad
Borges decía que tenía que publicar sus libros para no tener que corregirlos más.
Atención a los detalles es un cosa pero ser perfeccionista ya pasó de moda.
Emprender, Management
Uno de los mayores errores que cometemos los emprendedores es ser persistentes con iniciativas que no funcionan. Aún con la información y la data en frente nuestro, nos solemos «enamorar» tanto de la idea que creemos que tenemos la capacidad (y el ego) para cambiar el curso de las cosas para que el proyecto finalmente sea un éxito.
Este enfoque es un trampa. Yo caí varias veces.
Ya lo dijo Seth Godin: Ignora el costo hundido.
En otras palablas: si invertiste una gran suma de dinero para abrir una tienda y no vende. ¿La vas a seguir manteniendo sólo porque invertiste mucho dinero?
Emprender, Management
Muchos la tocan cuando su compañía se convierte pública en New York.
Otros cuando logran un récord de unidades producidas en la planta de fabricación.
Y algunos la tocan en sus oficinas cuando cierran un nuevo contrato de venta.
En mis tiempos en PAEZ, nosotros éramos éstos últimos. Cuando nos instalamos en Barcelona, pusimos una campana con el fin de poder festejar las pequeñas victorias, las «buenas» ventas a distribuidores.
Hoy, unos años más tarde, creo que erramos en el enfoque.
¿Por qué? Porque una venta por lo general es el comienzo de la experiencia de tu cliente con tu producto o servicio. Nada te garantiza que esa venta sea sostenible en el tiempo, que es en esencia lo más importante de un negocio.
Entonces, ¿vale la pena tocar la campana? Por supuesto, pero con otra perspectiva:
Entonces, cuando hayas cerrado un buen deal, ten cuidado con que festejas. No vaya a ser que luego se te caiga por la cabeza.